miércoles, 22 de abril de 2009

Elementos para no olvidarte nunca.


Sentado en una plaza, esperas la muerte y la describes sintiéndote solo, sin saber que la soledad no te tocaría, la soledad te huye, la soledad te repudie.


Tantos años de divinas margaritas postradas en tu existencia, tantas vidas llenas de colores y sabores, de experiencias, de aventura, fuiste forjando el ser de luz más brillante, más sabio, mas eterno.


Como la tierra te desvaneces en mis manos, pero permaneces en mi cuerpo desde el inicio de los tiempos pues de la tierra vengo y polvo soy.


Como el agua que limpia mis heridas y calma mi sed, me traes una sonrisa con tu recuerdo, pero te secas bajo el Sol y te deslizas por mi garganta dejándome sedienta otra vez.


Te perdono por ser fuego, pues no me quemas, al contrario, me das paz y me iluminas en la noche oscura, me cuidas desde lejos, tan lejos como no imagino, tan distante en la gran distancia de los distantes guerreros, luchando para subsistir en la eternidad.


Y como el aire, que desatas la furia de los titanes en el cielo dejando caer la lluvia y moviéndola en círculos para destruir, pero no me destruyes, esa tormenta no me toca, me magnifica, me demuestra cuanto puedes hacer para enseñarme lo que, según tu, has aprendido de mi.


Me acaricias con la mas suave brisa que viaja desde el este, enfriando mi nariz y arropando mis brazos en los tuyos, bajo una mezcla hermosa de grises, naranjas, morados y azules, blancos y plateados, sin olvidar los verdes del trópico.


El sonido. La pronunciación de las sabias palabras exhaladas por tu boca, el amargo tono de tu voz, me hace pensar que siempre estas sonriendo, tu mirada de ojos alegres que reparten ternura en mis noches, cuando te pienso, en mis tardes cuando siento que aun estoy ahí, contigo, con las almas, con la belleza de días históricos y matices, con la visión desmenuzada entre flores reales, no dibujadas, entre colores opacos pero felices.


Eres la sensación de una pregunta sutil, eres la pluma que cae de mis esperanzas rotas, esperanzas que se vienen rompiendo desde que se formaron, esperanzas que tienen por nombre Vida y Futura por apellido, que se expanden a lo largo del universo y se concentran en mi haber, se pegan al suelo de los sueños sublimes y al brillo de tus palabras gritadas al viento, esperanzas pegadas al suelo de sus cuentos en mi imaginación.


Los momentos más hermosos, los viajes más cortos, el sentimiento guardado, el anillo en cada uno de mis dedos que despacio acarician tu cabello en el vacío, en la nada; el negro de tus cabellos y el sueño que viví despierta, parada, a tu lado.


Las mil y un formas en que serás recordado, como una parte del Todo, como la sabiduría y la enseñanza, como la belleza en el universo, como las lagrimas de alegría y aceptación.


Como el amor pasado, presente y futuro, sin puntos, sin fin.

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